A Eduardo Mendoza
Durante una velada literaria, tuve noticias de Gurb. Su voz se intercalaba entre lo que parecía ser una riña de gatos. Le reclamé que hablará más alto y de forma más pausada para poder escribir su mensaje sobre una servilleta de papel.
«Hemos conquistado el Planeta. Enhorabuena. Corto y cierro», terminé de anotar con dificultad sus palabras mientras el presentador de la gala pronunciaba mi nombre.
Madrid (2010)