Sigue lloviendo
y las luces se encienden
como síntoma de una nueva derrota:
No me aventuro
a quedarme sin ti,
no persigo
escapar sin oírte de nuevo.
Marca mi memoria una cifra,
seis dos cuatro,
tres siete
tres seis tres dos,
y una voz que siento cerca
se diluye entre sollozos.
“¡Perdóname!”,
mientras se disipa un último adiós
fuera de servicio o falta de cobertura.
José Daniel, de "Despertar incierto".
Imagen: José Daniel 05.
2 comentarios:
No desistas,al menos la voz queda palpitando en el recuerdo.
Un abrazo
Jo... con esos teléfonos que no se quieren borrar de la memoria... Me encanta el poema...
Besos
Publicar un comentario