Alguien
desliza unas manos frágiles,
envolviendo mi torso desnudo.
El llanto descansó,
se apagaron los latidos del reloj,
se filtró un nuevo día
por las celdas que dibujan las cortinas.
Sin querer aún partir,
rodeo su espalda,
despidiendo este minuto injusto
que hizo de mi un naufrago loco.
Amanece y su figura se esconde
entre las sábanas calientes y el hueco
de la almohada le atrapa una vez más.
Antes de salir,
percibo su aroma,
rozo su piel,
atrapo su mirada,
para tejer mi presunción de inocencia,
tras los pasos de dos efebos custodios.
Todo ha sido un sueño extraño,
pero el cajón
sigue abierto
y ella no habla.
José Daniel
* Con este poema se cierra "Despertar incierto". Os podéis descargar el mismo en la siguiente dirección: http://es.geocities.com/jd_palma/Despertar_incierto.pdf
Espero que os guste y saquéis pareceres y conclusiones. Serán bienvenidos tanto en este blog como en mi correo personal: jdpalma@terra.es
2 comentarios:
Sigo tu poemario desde hace algún tiempo. Me gustan muchos de tus poemas, están llenos de un lenguaje elegante. Te seguiré leyendo
Me gustaron mucho tus poemas y las fotografias .
Te saluda Marietta Morales Rodriguez
Publicar un comentario